Desde hace algunos meses la curiosidad y el ánimo por mejorar mis capacidades docentes me han llevado a profundizar en los entornos personales de aprendizaje y, en la actualidad, en aprendizaje basado en proyectos (ABP).
Todo aquel que lea estas líneas ha tenido la oportunidad de aprender de un modo memorístico, reiterativo y acrítico cuyos contenidos se nos han olvidado en cuestión de minutos. Estos son los efectos de una excesiva enseñanza directa, la tradicional y académica que a lo largo de los siglos ha perdurado (y perdurará, no hay duda).
En cuanto al ABP la función del docente es crear la situación de aprendizaje que permita el desarrollo de un proyecto. El tipo de aprendizaje es activo mediante la propuesta de tareas y proyectos. Se aprende a hacer, ello va a permitir buscar y discriminar la información, debatirla y aplicarla.
Ventajas:
- El ABP es un tipo de aprendizaje significativo en el que el alumno es el protagonista. Él será el responsable de elaborar y descubrir los propios contenidos.
- La elaboración de contenidos por parte del profesor es un aspecto importante, aunque no el único. La interacción abierta entre el alumnado va a generar conocimiento.
- Las actividades individuales y colectivas van a favorecer el desarrollo de habilidades, competencias, motivación promoviendo un aprendizaje crítico.
Desventajas
- Existe el peligro de hacer de esta metodología una panacea. Centrarse en su uso puede hacer que los objetivos propios de una asignatura o curso no se lleven a término. Se corre el riesgo de utilizar esta metodología como «un juguete docente» para ver cual es el resultado. Hay que advertir que el ABP no es un conjunto de actividades atadas todas juntas bajo un tema o concepto sino un conjunto de experiencias y tareas de aprendizaje, en torno a la resolución de una pregunta conducta, un problema o un reto.
- El APB se aplica básicamente a la enseñanza. No obstante, me pregunto si podría emplearse en diversos ámbitos en los que el aprendizaje está presente de un modo transversal como por ejemplo la búsqueda de empleo, la I+D+i.
- Dificultad de que el trabajo en grupo llegue a ser un aprendizaje cooperativo. Vivimos en un mundo donde no se comparten las ideas.
- La complejidad en su aplicación.
Por los datos consultados, en España aun no existen estudios para comprobar si los alumnos participantes en ABP tengan mejores resultados en pruebas tales como la selectividad. Si existen experiencias en otros paises como EEUU donde los resultados parecen ser positivos.
A mi modo de ver no es correcto polarizar el concepto de «enseñanza directa» vs «enseñanza activa». Ambas son bastante complentarias. En la enseñanza directa es posible una interección más espontánea, el docente puede lanzar continuas cuestiones e improvisar, ejemplos y favorecer la retroalimentación. Las preguntas y cuestiones resueltas ayudarán al propio docente a mejorar. En la enseñanza directa tambien es posible debatir y corregir. El hecho de que este tipo de enseñanza este centrado en el docente no implica necesariamente que el alumno tenga un papel pasivo. En el proceso de la enseñanza directa es posible la transferencia de la responsabilidad. En la primera parte de una clase es el docente quien asumen la responsabilidad, a medida que la clase progresa los alumnos comienzan a comprender el contenido o la habilidad, asumen mayor responsabilidad para resolver problemas y para analizar ejemplos.
Con este último párrafo quiero concluir que el ABP basado en proyectos es en si mismo un modelo de educación muy válido, pero ello no debe signifcar un rechazo total y frontal a la educación tradicional. Todo aquel que lea estas líneas ha tenido la oportunidad de aprender verdaremente gracias al esfuerzo de unos profesores con vocación que se han entregado totalmente a sus alumnos. Va por todos ellos.
CarlosMooc 